FAFA'S PICKS: ana frank

Hemos visto algunas veces "El Diario de Ana Frank" llevado a la pantalla grande. La primera de la que tengo conocimiento es la versión de George Stevens de 1959, aunque más tarde tuvimos también "Recordando a Ana Frank" de 1995, protagonizada por Glen Close, "Descubriendo a Ana Frank" (2019) de corte documental, con Helen Mirren, e incluso algunas versiones animadas. Lo que nunca habíamos visto hasta el momento es un largometraje sobre la mejor amiga de Ana Frank, alguien muy importante en la vida de la famosa niña holandesa.

Ben Sombogaart, director del film y nominado al Oscar por "Twin Sisters", apelando al ya manido recurso del flashback, se encarga de mostrarnos la juventud en relativa libertad de Ana y Hannah (la amiga), así como la experiencia en un campo de concentración de esta última. Cuando digo en "relativa libertad" me refiero a que la película comienza en 1942 con las amigas disfrutando de su mundo como adolescentes, ya con el dominio nazi de Holanda, por lo que las chicas deben limitarse a vivir básicamente dentro de los confines de su barrio judío, y deben de portar la Estrella de David, insignia judía de color amarillo identificatorio de los miembros de esa comunidad. Mientras a Ana se la muestra provocadora, una líder natural, y proclive a saltearse las reglas - poniendo en peligro a todos a su alrededor -, a Hannah se la presenta más centrada, aunque tratando constantemente de obtener la aceptación y aprobación de su amiga. De allí se nos lleva a 1945, donde Hannah se encuentra recluida en Bergen-Belsen, uno de los mayores campos de concentración nazi situado en Alemania, y donde murieron más de 50.000 prisioneros. Allí, Hannah recuerda épocas más felices mientras espera poder un día ser liberada (o intercambiada por un soldado alemán, práctica común en aquel entonces) y dedicarse a su sueño de convertirse en la próxima Florence Nightingale.

Es en este ida y vuelta entre 1942 y 1945 que somos testigos de una juventud truncada por la invasión nazi, y cómo los sueños de estas dos amigas (y de todos los de su comunidad) se hacen añicos.

Si bien el film se vuelve interesante, con un mezcla de liviandad adolescente (las chicas tratando de escapar la realidad en la que viven - o simplemente no siendo conscientes del peligro real), la desesperación de los padres (quienes tratan de ocultar a sus hijas lo que sucede), y la brutalidad alemana para con sus prisioneros, no llega a convencer del todo. Hay elementos que no cierran mucho (escenas en el campo de concentración que parecen poco creíbles), una mujer húngara cuyo diálogo nunca se subtitula (y uno tiene que adivinar de qué va la conversación entre Hanna y dicha mujer), o la forma en que se la presenta a Ana Frank, que luce un tanto exagerada en su provocación continua.

Si me gustó el hecho de que Ana no sea la figura principal, pero soy de la idea de que nunca terminamos de conocer a la verdadera Hanna. Si a esto le sumamos que ya un poco que conocemos quién sobrevive y quién no de antemano, el film termina careciendo de suspenso. No obstante, es interesante y la hora cuarenta y tres se hace corta.