Si no has visto ni un sólo episodio de "The Crown" no continúes leyendo, hacé click acá por la primer temporada o acá por la segunda. Si ya has visto las 2 primeras, desandemos juntos este camino sin spoilers.
Qué difícil que resulta mantener el nivel de una serie, sobre todo de una que supo llegar a la excelencia! Y cuánto más cuesta arriba se vuelve esto si por intención del director o productor, los 3 actores principales son substituidos!
Con todas las probabilidades en contra, "The Crown" en su tercera temporada se las ingenia para no sólo mantener el nivel, con un cariz distinto, pero muy efectivo.
Con Olivia Colman ("The Favourite") en el papel de Isabel II y Tobias Menzies ( "Roma" / "Game of Thrones") en el de Philip, "The Crown" nos presenta a la dupla real ya a fines de los '60 haciendo frente a los problemas de siempre y a otros nuevos, tanto a nivel político y económico, como personales.
Este temporada abre explorando la relación entre hermanas de Isabel y la princesa Margarita (brillantemente interpretada por Helena Bonham-Carter), de cómo el poder las une y las separa. La tensión entre una figura de poder que debe seguir todos los protocolos y de alguien que siempre anheló dicho poder es palpable, pero también lo es el amor existente, en este caso puesto de manifiesto cuando el matrimonio de Margarita comienza a desplomarse.
Sam Donovan (director del segundo episodio) hace un gran trabajo en mostrarnos a un joven príncipe Carlos, con toda su ingenuidad y buen hacer, enamorándose perdidamente de Camilla Shand, y los esfuerzos de la familia real por ver que esto no pase a mayores.
Como te contaba, esta temporada no está exenta de temas políticos y sociales, como una huelga de mineros que paralizara al país y pusiera en jaque al gobierno (causante principal de la dimisión del Primer Ministro de ese entonces), la llegada del hombre a la Luna - hecho que fascinara a Philip -, el Jubileo de Plata de Isabel, el desastre de Aberfan, o el intento de derrocar a la Reina por parte de alguien cercano a ella.
Como siempre, la victoria está en el detalle, y de eso hay y mucho en esta serie: desde la similitud física de quienes interpretan a Philip y a Anna, como en el decorado y vestuario - razón por la cual el presupuesto de esta producción de Netflix parece uno del Marvel Universe , a los primeros planos trascendiendo la pantalla.
Las actuaciones son descollantes, sorprendiéndome las de Bonham-Carter y Menzies, así como el carisma mostrado por quien hace las veces de Carlos, Josh O'Connor ("Only You").
Cuáles son los logros de esta temporada por sobre las otras y en qué puede flaquear? Uno ya se había encariñado con Foy y Smith como la pareja real, y la ausencia de John Litgow como Churchill, también pesa. Por otro lado, los episodios de las dos primeras temporadas parecían tener un hilo conductor más definido, mientras que en esta los diversos episodios, ora dedicados a Margarita, ora a Philip o a Carlos, parecen más independientes los unos de los otros. Y así como pierde por ese lado, gana en sentimiento, en el hecho de que por fin uno puede entender de forma acabada porqué muchos de los miembros de la realeza son como son. Y si no empatizás con Carlos, tenés un hueco en el lugar donde debería ir el corazón.
Ahora expectantes a la cuarta temporada, una que nos mostrará el personaje más esperado por varios: a Lady Di.
PAÍS: USA / Reino Unido
AÑO: 2016 - 2019
GÉNERO: drama histórico
DURACIÓN: 52 minutos X 10 episodios (aprox)
GUIÓN: 9 /10
DIRECCIÓN: 10 / 10
ACTUACIONES: 10 / 10
PRESUPUESTO: US$ 156.000.000
RATED: PG-13
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