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sábado, 10 de mayo de 2025

EL ETERNAUTA


Hay adaptaciones que podrían estar condenadas desde el arranque. Hacer "El Eternauta" en Argentina no era adaptar un cómic: era jugar con la Biblia en una mano y una bomba molotov en la otra. Netflix se animó. Y lo que entregó es una serie que, si bien tiene matices con el comic, entendió una cosa fundamental: que esto no era solo ciencia ficción. Pero... ¿Por qué "El Eternauta" es tan especial? ¿Qué lo volvió en su momento tema de culto?

El comienzo es simple: Buenos Aires, unos amigos en su juntada habitual de los viernes, un partido de truco, y unos whiskies, hasta que llega el apagón. Luego, una nevada mortal, una invasión silenciosa, y vecinos armando un plan con lo que hay. Juan Salvo es nuestro guía, nuestro hombre común enfrentando lo imposible, en búsqueda de esa hija desaparecida, de la mano de esos amigos de toda la vida. En papel, fue la épica del ciudadano de a pie. En pantalla, es Ricardo Darín ("El Secreto de sus Ojos"), quien logra sostener una versión creíble del personaje, aunque por momentos uno siente que la leyenda del actor se come al tipo común que Salvo necesitaba ser.

Y menciono el papel porque hay diferencias con el comic; un comic que fue escrito en 1959 con el dibujo de Solano López, re-escrito (junto al dibujante uruguayo Breccia) en el '69, y que tuviera una segunda parte en 1976, nuevamente con Solano López como dibujante. Y el Héctor Germán Oesterheld del '59 no era el mismo que el de 1969, y mucho menos que el de 7 años después. Da la casualidad que las 3 versiones de "El Eternauta" coincidieron con 3 gobiernos de facto que viviera Argentina (Aramburu, Onganía, y Videla), y HGO era un tipo muy involucrado políticamente, al punto tal de que termina preso por sus activismo político, y posteriormente, se contaría entre los desaparecidos (junto a su mujer y sus tres hijas). En la serie de Netflix hay guiños a su figura, líneas de diálogo que resuenan con su historia personal, y una intención clara de vincular a Salvo con Oesterheld, al héroe con el cronista. No hay que ser demasiado sutil para leerlo: el Eternauta no viaja solo en el tiempo, lleva con él toda una generación que soñó y cayó.

En el comic, la historia se la cuenta el propio Salvo a Oesterheld en su estudio. Salvo es un viajero del tiempo (y de ahí El Eternauta, que en la serie no nos queda claro de dónde proviene el nombre). En la serie, por su parte, el relato es lineal, y no contado a posteriori. El tono político - como señalaba anteriormente - tiene gran presencia en el comic, sobre todo en la re-escritura del '69, y en la secuela del '76 (en el original, el tono es más sutil, haciendo referencia al imperialismo, la organización del hombre de a pie para resistir de forma colectiva). Tal vez en el comic el grupo tenga más importancia que en la serie, donde la presencia de Darin - como aludía en el párrafo de apertura - opaca un poco al resto del grupo. La familia de Salvo es más importante y con más tiempo de "pantalla" en la serie que dedicación en el comic, lo cual también es otra diferencia. Y luego está el aspecto visual, siendo un juego de blancos y negros en el comic, y aquí con más color y más sensación post-apocalíptica. En este sentido, algunos efectos especiales zafan, otros no tanto. Pero el mayor acierto está en el tono. Esa Buenos Aires que se hiela no es solo decorado: es una memoria congelada. Los pasillos, las casas bajas, los clubes barriales convertidos en trincheras: todo remite a un país donde la resistencia empieza en casa y con los amigos, y donde lo viejo no sólo funciona: es lo único que funciona.

Ahora bien, no todo brilla. La segunda mitad de la serie queda a medio camino entre "The Mist" de Stephen King y "La Guerra de los Mundos". Se vuelve más discursiva, menos tensa. Pero incluso en sus tropiezos, se nota que hay respeto por el material original. Y eso, en estos tiempos de reciclajes perezosos, es algo que se agradece. Queda la sensación de que uno le da más valor porque es argentina, porque la tiene cerca, y talvez por lo sucedido a Oesterheld...o por el mismo Darín. Tal vez si fuera una serie checa no le daríamos el mismo valor por estos lares. 

El Eternauta fue siempre una obra colectiva, en fondo y forma. La serie no traiciona eso. Aunque le falta pulso por momentos, se planta con dignidad frente a una herencia pesada. Porque lo que Oesterheld escribió en los ‘50 seguía siendo cierto en los ‘70, y sigue siéndolo ahora: la salvación no es del héroe solitario. Es del grupo. Del que organiza, del que acompaña, del que no suelta la mano.

Y si la nieve vuelve a caer —porque siempre vuelve, y habrá una segunda temporada— más nos vale tener claro con quién la vamos a enfrentar.


FICHA TÉCNICA:          
PAÍS: Argentina / USA
AÑO: 2025
GÉNERO:  ciencia ficción / aventuras / terror / thriller / drama
DURACIÓN: 6 x 60 minutos
GUIÓN: 9 /10  
DIRECCIÓN: 8 / 10
ACTUACIONES: 7 /10
CGI: 5 /10  
PRESUPUESTO: US$ 15.000.000
RATED: PG-16




viernes, 4 de noviembre de 2022

ARGENTINA, 1985

 

Sin lugar a dudas, "Argentina, 1985" era una película necesaria, pero también muy difícil de llevar a cabo, no sólo por el aspecto técnico de la misma, si no más bien por lo duro de la cuestión a tratar, los sentimientos involucrados, y la sensibilidad de toda una sociedad, para con un tema que, por más que pasen los años, sigue a flor de piel en el pueblo argentino.

Dirigida por Santiago Mitre ("El Estudiante", "La Cordillera"), y con las actuaciones estelares de Ricardo Darín, Peter Lanzani, y Alejandra Fletcher, "Argentina, 1985" nos narra la lucha de dos fiscales y su equipo por llevar a juicio a los responsables del golpe de estado, las torturas, y las desapariciones sucedidas entre 1976 y 1983.
Para el fiscal Julio César Strassera (Darín) la tarea encomendada de lograr una sentencia para los responsables del golpe era algo que, en principio, hubiese preferido evitar. Sabedor de que sí se aprobaba el juicio civil (según el decreto 158/83 del gobierno democrático de Raúl Alfonsín) sería él el responsable de lograr una condena para 9 de los responsables del llamado "Proceso de Reorganización Nacional", Strassera se avoca en lograr una sentencia ejemplarizante para pesos pesados como Videla, Agosti, Massera, Viola, y Galtieri, entre otros. 
Con la ayuda inestimable del fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo (Lanzani), y un equipo realmente joven, construyeron su caso en base al informe de la CoNaDP llamado "Nunca Más", frase que quedaría grabada en el colectivo argentino, transformándose en un recordatorio constante, y que lograra traspasar fronteras, identificándose a veces incluso con causas no relacionadas a los desaparecidos bajo una dictadura. El impacto de lo logrado por Strassera y Moreno Ocampo fue de tal magnitud que tuvo incidencia en otras dictaduras (o períodos post-dictaduras) en otros países de América Latina, ya que muchos golpes de Estado fueron respaldados por el gobierno de Estados Unidos, bajo la égida de Henry Kissinger. Llamado "Plan Cóndor", este régimen que involucró gobiernos militares de Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, Bolivia, y la misma Argentina, fue una coordinación conjunta de seguimiento, vigilancia, interrogación, tortura, y desaparición, de todo aquel que se considerara sospechoso de tener ideas contrarias a las instauradas por estos Gobiernos de Facto. 
Argentina, gracias a la sentencia de parte de los acusados, logra algo inaudito desde los "Juicios de Nüremberg", y logró dar algo de paz a acusados e involucrados directa o indirectamente en las desapariciones y torturas, haciendo público a nivel internacional los horrores vividos por el pueblo argentino. 

Desde el punto de vista estrictament cinematográfico, "Argentina, 1985" es un film sobre un juicio, como los ha habido a diestra y siniestra. Si hilamos más fino en la índole del juicio, uno que pueda llegar a conmocionar a la sociedad toda, podemos recordar "Vencedores o Vencidos" de 1961, "Acción Civil" de 1998 (aquella con John Travolta), o más hacia acá, "El Juicio a los 7 de Chicago". Hay más, y cada una tiene sus bemoles, similitudes, y diferencias. Personalmente, creo que como latino, y al haber vivido (si bien de niño) una dictadura, esta producción de Santiago Mitre me llega más de cerca. También es cierto que no sufrí lo de tener algún familiar desaparecido, por ello lo veo con cierta distancia y objetividad, aquella que para algunos - entendiblemente - es imposible. 
Mitre cae en algunos lugares comunes de este tipo de producciones (la presión a la que están sometidos los fiscales, la vida familiar del protagonista, retazos de cómo la sociedad siente el tema, y los tejes y manejes de un juzgado), de cierta forma "internacionalizando" el film. Sin embargo, hay un muy buen trabajo en lograr la empatía del espectador, de contar una historia entendible para aquel que esté por fuera de la temática, sin llegar a aburrir, y hasta de introducir humor en cuenta gotas donde no se creería posible. 
No hace falta ni mencionar el impecable trabajo de Darín como Strassera, y el impacto que logra tener Lanzani como el fiscal adjunto. 
Durante el film uno no puede menos que horrorizarse, indignarse, y sentirse impotente. Eso ya habla por sí mismo de que el cometido de Mitre se logró. 



FICHA TÉCNICA:          
PAÍS: Argentina / USA / Reino Unido
AÑO: 2022
GÉNERO:  drama / biografíca / histórica / crimen
DURACIÓN: 140 minutos
GUIÓN: 7 /10  
DIRECCIÓN: 9 / 10
ACTUACIONES: 8 /10  
RECAUDACIÓN: US$ 693.554
RATED: PG-12