Hasta cierto punto las críticas no se justificaban. "Que al no estar Kevin Spacey no va a ser lo mismo!", "Que cómo pueden hacer una serie sin el actor principal?!", "Que la serie pierde su esencia!". Éstas y otras críticas son sólo parcialmente ciertas. En el supuesto de que ésta hubiese sido la primer temporada de una nueva serie, todo el mundo hubiese quedado con ganas de más. Y con ganas de más también nos quedamos lo que vimos las 6 temporadas...o al menos con ganas de otro final. No...no te la voy a spoilear. Mirala, que hasta los últimos 10 minutos, esta última temporada es bastante... entretenida (a falta de palabra que le calce mejor).
Más corta que las anteriores (solo 8 episodios) y con un tenor menos político y más culebrón venezolano, esta sexta (y última temporada) buscó solventar el despido de Kevin Spacey por las consabidas acusaciones de acoso sexual con la incorporación de un par de figuras de cierto nombre como Greg Kinnear ("As Good as it Gets") y Diane Lane ("Bajo El Cielo De Toscana"), quienes interpretan a los hermanos Shepherd, una de las familias más importantes de los Estados Unidos. Ante la ausencia del presidente Underwood, Claire Underwood tomará la silla presidencial, mientras los hermanos tratan por su parte de manejar a la primer presidenta del país del norte.
Su vice, Mark Usher, juega a dos puntas, tratando de quedar bien con Dios y con el Diablo (o debería decir con el Diablo y el otro Diablo?), y forzando la mano de Claire para que firme un acta que le daría a los Shepherd aun más poder.
Por otro lado tenemos a Doug Stamper, la ex-mano derecha del difunto presidente Underwood, de una lealtad inquebrantable a la figura de éste, y ahora recluido en una especie de Centro de Rehabilitación. Doug hará todo lo posible para que Claire los indulte tanto a él como a su ex-marido, mientras que ésta hará todo lo posible por distanciarse de su ex, llegando incluso a cambiar su apellido.
Así llevamos los primeros episodios, entre un conflicto por Siria, acuerdos con otros políticos y el mismísimo presidente ruso, ajustes de cuenta, y este tire y afloje entre quienes parecen ser las dos mujeres más poderosas de USA. Luego se tocarán varios temas más: el empoderamiento de la mujer hasta lo irrisorio, secretos que convenientemente nunca salen a luz, personajes que no justifican su presencia, y más ajustes de cuenta.
Qué es lo que tiene esta sexta temporada? La resolución de muchas situaciones que se podrían haber dado en temporadas anteriores de mejor manera. Hoy decía que resulta entretenida, por el hecho de que hay muchos menos temas de política en el medio, y se parece bastante a una comedia mexicana donde 2 mujeres luchan por ver quien es más poderosa.
Qué es lo que no tiene? Todo lo de las primeras 4 temporadas (la quinta fue un poco floja). No tiene a Spacey que era el alma de la serie; se pierde la química brillante del matrimonio Underwood; no tiene un buen guión - hay algunos giros que son inexplicables, algunas decisiones de ciertos personajes que se contradicen diametralmente con lo que hubieran hecho en cualquier otra temporada (ya me vas a entender cerca del final) -; y no tiene un buen final. De hecho, es el peor final que le podrían haber dado. Unos últimos 10 minutos que tiran por la borda lo que de otra forma hubiese sido una última temporada aceptable, y que hacen que la serie en su conjunto baje de "obra maestra" bastantes peldaños.
Kevin Spacey no podría haber pedido más. Una lástima por los otros buenos actores de la serie.
PAÍS: USA
AÑO: 2013-18
GÉNERO: drama
DURACIÓN: 8 episodios de 51 minutos cada uno aprox.
GUIÓN: 4 /10
DIRECCIÓN: 5 /10
ACTUACIONES: 9 /10
PRESUPUESTO: US$ 60.000.000
RATED: 16+
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